PSICOLOGIA DE LA CORPORALIDAD Y BELLEZA DE LA CIRUGÍA ESTETICA EN EL SIGLO XXI
Fernando Arango Ospina M.D
Cirujano Plástico
Ana Maria Arango Melo
Antropologa
La preocupación del hombre y de la mujer en mejorar sus características físicas, no es una condición que se reduzca a era moderna; basta volver a los principios de la civilización para que encontremos una rica documentación que atestigua la importancia de la apariencia física en el reconocimiento y atracción de los seres humanos. Como lo comprobó Darwin en el siglo XIX, hasta entre los animales hay una preocupación por la apariencia mezclada con los instintos sexuales.
La historia de la Cirugía Plástica nos remite a técnicas operatorias que buscaban mejorar las apariencias de las personas con deformaciones congénitas, traumas o infecciones con el fin de reintegrarlos socialmente. Sobre este aspecto, una de las historias más interesantes está transcrita en el libro “Susruta Samhita”, procedente de la India. Según las crónicas que narra el libro la cirugía plástica de la reconstrucción nasal existía desde el año 2500 A.C. En aquella época el castigo infligido a los esclavos o a las mujeres infieles, era la amputación de la punta de la nariz. Métodos quirúrgicos, partiendo de colgajos de piel retirados de la región frontal, permitían la reconstrucción. Curiosamente este método se emplea hasta hoy en la cirugía plástica. Otros procedimientos quirúrgicos en otras partes del cuerpo humano como el cierre de heridas, amputación y reconstrucción mamaria y manejo de quemaduras llegaron hasta nosotros a través de documentación histórica, confirmando la preocupación estética desde las épocas más remotas. Comunidades prehispánicas de los Andes como los guacoyos ubicados en Argentina y Chile utilizaban las hojas de aloe vera (sábila) para la cicatrización de quemaduras.
Actualmente nos beneficiamos de las ventajas ofrecidas por la cirugía plástica moderna gracias al gran desarrollo tecnológico. Dichas técnicas, que no eran ni siquiera soñadas por nuestros antepasados, favorecerán además a las futuras generaciones de manera significativa. Comparar las técnicas de la cirugía de nuestros antepasados y las actuales sería como comparar las guerras de la Edad Media con la II Guerra Mundial y las guerras de principios de siglo XXI.
El continuo y creciente adelanto cientifico y tecnológico, la divulgación publicitaria y especialmente la motivación psicosomática de ser humano, han hecho de la cirugía plástica una respuesta eficaz para responder a las necesidades de aquellos pacientes que solicitan un cambio importante en su autoimagen. La union de ciencia-arte y concepto de belleza hacen de la Cirugía Plástica una manifestación sublime que trasciende un conjunto de aplicaciones de técnicas y tecnologías. El profesor Alberto Posada, llegó al punto de declarar la Cirugía Plásticas el “Octavo Arte” –“esculpir en el cuerpo humano”-.
Procurando entender mejor el problema de cada paciente, sus anhelos, sus necesidades, razones y fantasías, nos fue posible sacar conclusiones sobre la importancia de la cirugía estética en el psiquismo individual, y por ende en el colectivo. No fue hecha, entre tanto cualquier evaluación específica en cuanto al sexo, edad, religión o clase social. Si entre las propiedades que posee el mundo hemos encontrado el orden, la simetría y la armonía (es decir, una disposición de la belleza), el alma humana, en tanto condensa las manifestaciones del cosmos, tiene que poseer cierta simpatía interior para captar y comprender ese orden, esa simetría y esa armonía de las cosas: es lo que se denomina concepto de la belleza. Dicho concepto de belleza y simetría están totalmente determinados por una serie de valores éticos y estéticos propios de cada grupo social; su cultura y subculturas.
El concepto de bellaza está determinado por un sinnúmero de factores extrínsecos e intrínsecos, es decir, por un equilibrio entre los criterios sociales y los criterios del propio sujeto. Por otra parte, tanto social como individualmente, según los valores éticos que se han creado por convenios culturales, lo que se considera bello genera placer a los sentidos y entusiasmo. Los griegos llamaban al entusiasmo “en theos” (llevar a dios adentro); sentimiento de compenetración y simpatía. De este entusiasmo surge la inspiración que habrá de revelarse en cada obra artística, plástica como la pintura escultura arquitectura y la danza, que generan un sentimiento en lo visual, o la música y la poesía que generan un placer auditivo.
A menudo se compara al cirujano plástico con el artista plástico porque ambos hablan el lenguaje de la belleza. Sin embargo, en la obra de arte la belleza tiene finalidad inmanente, es decir, el mero propósito de exhibirse, mientras que la finalidad en la cirugía plástica está en el mismo ser humano. Es por lo tanto una finalidad trascendente: armonizar el cuerpo con el espíritu, estableciendo una paz interior que le permita al paciente reencontrar su propia imagen y lograr un equilibrio con el mundo que lo rodea. Por eso, podríamos decir que la belleza es una de las condiciones de la felicidad, teniendo en cuenta que no existe “La belleza”, existen diferentes ideas y conceptos de belleza que responden a construcciones sociales e individuales.
Es bien sabido que cada grupo étnico posee su propio concepto de la belleza y que además éste va mutando con la idiosincrasia y la filosofía de la época. Como lo dice el I Ching “lo único que no varía es que la vida siempre varia”. Aun dentro de un mismo grupo étnico y social podríamos afirmar que cada ser humano tiene su propio concepto de la belleza conforme a su temperamento, y sensibilidad. Así, su propio concepto de belleza determina su manera de razonar, mirar, concebir, sentir y juzgar el mundo.
Para focalizar estas observaciones, dividiremos en tópicos los puntos más interesantes a ser analizados.
Durante la década de 1970 – 1980, la Cirugía Plástica estética se volvió más difundida en todas las esferas sociales gracias a la evolución de la anestesiología, al perfeccionamiento tecnicoquirúrgico, al aumento de poder adquisitivo y a la divulgación. Como era de esperarse, hubo un incremento inicial de la cirugía estética en los pacientes de nivel socioeconómico más alto que luego alcanzó todos los niveles.
La públicidad de la especialidad, a través de la televisión, la radio y la prensa escrita, ha tenido una importante influencia en todas las esferas sociales. La necesidad de buscar apoyo psicológico o estético a través de la cirugía plástica es cada vez más creciente. Nadie que esté necesitado dejará de sentirse motivado con el “slogan” de la propaganda que dice “pierda su exceso abdominal en 90 minutos de cirugía con liposucción, en vez de “9 meses de dieta y gimnasia diaria”. Esto motiva a los indecisos, y estimula a los necesitados, siendo en consecuencia un tipo distorsionado de divulgación, por su aspecto poco científico, poco ético y bastante comercial.
La seguridad de las anestesias y la excelencia de los efectos quirúrgicos también promueven automáticamente a la especialidad. Un paciente bien atendido y con buenos resultados quirúrgicos, es la mayor propaganda.
El binomio miedo-vanidad interfiere en la decisión quirúrgica. Los pacientes no solamente se operan de aquello que repudian o que les “molesta” psicológicamente. Los más expresivos llegan a tener una hipersensibilidad repulsiva sobre el área que les compromete físicamente hasta llegar a la ansiedad, la angustia o la depresion; así, toman la decisión de someterse a la cirugía la vanidad vence sobre el miedo. Paralelamente, el complicado sistema social pasó a ofrecer condiciones más favorables a los económicamente limitados, a través de sistemas de préstamos bancarios o pagos parcelados, tornando posible la cirugía estética en las esferas socioeconómicas más bajas.
Vanidad, miedo y poder adquisitivo pasaron a integrarse en el mercado quirúrgico existente en las áreas de consumo. Debido a la calidad electiva de este tipo de cirugía, las entidades prestadoras de servicios médicos EPS y seguros de salud reaccionaron y tomaron la decisión de no ofrecer amparo económico para estas cirugías porque entre otras cosas, lo consideraron un riesgo quirúrgico innecesario. El surgimiento de empresas ofreciendo servicios sociales ha sido en cierta forma útil, mientras ellas no intervengan en campañas antiéticas y de emulación desleal entre los especialistas. Realmente a nadie le disgustaría mejorar sus condiciones físicas sin tener que costear los gastos. Si el gobierno viniese a dar amparo a la cirugía estética, no hay duda que grandes perjuicios ocurrirían en el presupuesto de la nación.
Varios factores contribuyeron a difundir la cirugía estética: diferencias étnicas, climáticas, geográficas, alimenticias, deportivas, de vestuario, de régimen político y el poder adquisitivo. En cuanto al aspecto étnico, se puede citar como ejemplo una acentuada predominación de las características ginecoide en los países de raza latina, en cuanto a las mujeres anglosajónas presentan mayor tendencia para el tipo androide.
El clima tropical, motiva la vida al aire libre, en cuanto el clima templado lleva a una vida más reservada. De suerte tal, que el trópico obliga a llevar una ropa ligera que delinea más la silueta y exige a las mujeres a controlar su peso y alimentación para poder enfrentar la competencia estética. Las regiones litoráles y de clima caliente, convidan a la mujer a exponer el cuerpo dentro de las minúsculos trajes de baño, llevándolas a buscar al “mejor cirujano plástico”, para perfeccionar sus posibles distorsiones físicas. La dieta alimenticia equilibrada, es sin duda, de mayor importancia a fin de mantener la apariencia física, en el sentido de evitar, en el transcurrir de los años que excesos del tejido adiposo, localizado o generalizado, o aún, la flaccidez del envejecimiento de los tejidos cutáneos debido a continuos regímenes dietéticos, que determinen cambios corporales antiestéticos.
El embarazo compromete el cuerpo de la mujer. Altera su contorno, provoca estrías, acumula adiposidades y deforma las mamas, obligándolas a buscar los recursos de la cirugía estética.
El régimen político, la moda, las costumbres y el poder adquisitivo, complementan los factores que inducen al hombre y a la mujer a buscar amparo en la cirugía estética en las sociedades de consumo. Esta disponibilidad está distribuida en un sistema piramidal, donde cuanto mayor el poder adquisitivo mayor el índice de cirugías estéticas. Específicamente en Colombia se genero una subcultura “narco” que impuso una estética particular: exageración antinatural de los rasgos físicos o caracteres sexuales secundarios como prótesis, nalgas, abdomen, cabello, lentes de contacto de otro color etc.
Esto no sucede en los países socialistas. Allí el índice de este tipo de cirugías es bajo (inclusive entre sus grupos de poder adquisitivo más elevado). Hay una explicación lógica para este problema: la medicina es 100% socializada en estos países, la cirugía estética es optativa y no se entiende como una necesidad. El gobierno no podría asumir las consecuencias de la vanidad humana, excepto en casos excepcionales.
Algunos pacientes que se someten a la cirugía plástica estética crean una concepción personal sobre determinados problemas físicos que los afligen, buscando así todo el tiempo una solución para el equilibrio de su consciente y la satisfacción de su ego. Así, eventualmente se observa una obsesión de autobservación y continua insatisfacción patológica: DISMORFOFOBIA “temor a ser feo” que pasa de uno para otro “órgano de choque” del cuerpo, volviéndose un problema reiterativo.
Tuvimos ocasión de operar un paciente que afirmaba que sus grandes orejas eran las responsables de su fracaso en las conquistas femeninas. Después de la cirugía continuó infeliz, pasando a admitir que su nariz no se encuadraba en los cánones estéticos y solicitó otra cirugía para mejorar su apariencia. Posteriormente consultó por su insatisfacción con su mentón y su cuello. Analizando el problema, concluimos que las modificaciones futuras no mejorarían su apariencia. El paciente presentaba una fisonomía normal sin aberraciones que justificaran una cirugía. Un análisis más profundo de su comportamiento y personalidad, nos permitió comprender que él era portador de una gran inseguridad, con distorsiones de educación en la infancia, que pasaron a influir en su comportamiento ulterior y la cirugía estética no lograría de ninguna manera corregir su psiquismo. Encaminamos al paciente a un psiquiatra. Hay dos aspectos extremos de conducta. El grupo de aquellos que por el simple hecho de someterse a la cirugía, equilibran su psiquismo, y el grupo opuesto, representado por los pacientes con el esquema emocional distorcionado, donde cualquier cirugía redundaría en un fracaso del binomio mente-físico. Encontramos el mayor contingente de pacientes, considerados normales, por el hecho de proceder de manera coherente en la evaluación de los problemas físicos, valorando los resultados de acuerdo con los efectos obtenidos. Critican con base a los resultados precarios y se contentan con los buenos efectos alcanzados. Este grupo de los “normales” permite que la especialidad, realizada por profesionales conscientes de la responsabilidad que asumen, sea respetada científica y socialmente.
LA RAZON DE SER DEL CIRUJANO PLASTICO-ESTETICO
Las razones que llevan a este tipo de pacientes a buscar un cirujano estético son sencillas: proceso lento y progresivo de envejecimiento, en una tentativa de retardar este fenómeno natural. Algunas mujeres al alcanzar la década de los cuarenta o cincuenta sienten las señales de las arrugas y flacidez de la piel de la cara y en el cuello y por lo tanto, buscan mejorar su aspecto y retornar a las características fisonómicas que poseía en la década de los treinta. Otras desean eliminar las distorsiones de la maternidad. Por otra parte encontramos otro grupo de mujeres jóvenes que ante hipertrofia juvenil de las mamas y dismorfia del tronco se someten a la cirugía correctiva para eliminar la causa de su complejo.
En algunos matrimonios en los que la mujer es mayor, al llegar a los 40 ó 50 es común que se busque al especialista para disminuir las marcas del paso de los años. Otro factor que lleva a las mujeres al consultorio de los especialistas está ligado a problemas conyugales ya que muchas veces se considera que las características físicas no estimulan a la pareja. Mujeres divorciadas, o que están a punto de hacerlo, también se someten a la cirugía para mejorar su aspecto y entrar en la competencia natural en busca de una nueva pareja.
Las razones no se acaban aquí. Mujeres de 60 a 70 años, también se someten a la cirugía estética, buscando mejorar su apariencia, y por lo tanto obtener una mejora psicológica, eliminando dentro de lo posible las marcas agresivas de la edad. Mujeres que tuvieron un hijo después de los 40 años, o que tienen un hijo tardío, a veces son motivo de vergüenza para el hijo en la edad escolar cuando éste compara a su madre con las otras madres, naturalmente más jóvenes. Curiosamente estas mujeres son influenciadas por la reacción del hijo, buscando la cirugía estética a fin de rejuvenecer la fisonomía. Creemos que cada mujer que busca la cirugía de rejuvenecimiento tiene un estímulo que le es peculiar que representan el punto de equilibrio para sus anhelos.
Es importante que el Cirujano Plástico persiva, durante las entrevistas con el paciente, el significado del problema y que analice su comportamiento psíquico a fin de evitar una cirugía innecesaria o absorber problemas emocionales más complicados que no corresponden a su especialidad. Con base en los años de trabajo en esta área hemos encontrado un 20% de los casos operados, problemas curiosos de relación médico-paciente, en el postoperatorio. Comprenden detalles ligados a los resultados calificados como buenos, dentro de la realidad quirúrgica, pero que no alcanzaron el nivel “fantástico” de la expectativa del paciente. Creemos que eso sucede por una eventual falta de diálogo preoperatorio, a fin de hacer entender a la paciente la realidad de sus condiciones ,las caracteristicas de sus tejidos , las posibles complicaciones, los riesgos de un resultado o aún falta de retención mental por parte del paciente para entender todo aquello que le fue explicado.
Este conjunto de factores ha preocupado a los especialistas, que pasaron a defenderse, documentando sus operaciones a través de fotografías, registrando sus diálogos durante el preoperatorio, y solicitando a su paciente la firma de un compromiso de responsabilidad. Fuera de esto dan a la paciente folletos que explican minuciosamente la operación, y los resultados que podrán ser alcanzados, etc. Estas medidas son muy importantes, aunque no totalmente eficientes para eliminar la responsabilidad del médico, ante cualquier problema que pueda ser encuadrado como impericia, imprudencia ,negligencia.violacion al lex artis (no desempeño oficioso),cuando no se esta renovando sus conocimientos….tiene problemas.
La cirugía estética está circunscrita hoy, a un restringido número de modalidades quirúrgicas, las cuales distribuidas en el sentido cráneo-caudal son las siguientes:ritidectomía cérvicofronto-facial , ritidectomía de los párpados, rinoplastias, mentoplastias, mamoplastias, mamoplastias de aumento y de reducción, abdominoplastias, plásticas de los músculos y nalgas. Entre estos tipos clásicos de cirugías existe una variedad específica para cada caso. La manera de realizar estas cirugías, aisladamente o combinadas, depende del especialista y de su capacidad de trabajo en equipo. El puede desempeñar la tarea en un único acto quirúrgico, modelando al mismo tiempo, el cuerpo y la cara de la paciente u operar separadamente cada segmento del cuerpo.
La evolución en la metodología de atención a las pacientes creció lentamente en esta última década, gracias al perfeccionamiento contínuo de la anestesia, de la técnica de la cirugía, de los resultados cada vez más refinados, de la propaganda espontánea y natural a través de las pacientes, y de las mejores condiciones socioeconómicas. El concepto que esta reevaluado por las multiples demandas Es conjunto de factores permitió que una mujer, en el período de 35 a 45 años, que no disponía de más de 30 días para mejorar sus características faciales y de su forma física, pudieran hacerlo con un único acto quirúrgico, sometiéndose a una serie de operaciones combinadas. Hace algunos años esto sucedía, actualmente es necesario varias internacionales, realizándose una cirugía plástica por vez, esperando cerca de 4 a 6 meses por lo menos entre una intervención y otra. Con la evolución del esquema de trabajo de los equipos de cirugía y anestesiología, hoy en día los riesgos disminuyeron y el tiempo operatorio fue reducido, sin embargo con el aumento lógico de complicaciones por la “multicirugía”,con el riesgo anestesico inherente algunos grupos hacen procedimientos multiples, aduciendo “nunca ultrapasando cinco horas”, para realizar una cirugía combinada de rejuvenecimiento, nariz, párpados, mamas y abdomen, incrementando el trauma quirurgico y por ende el riesgo y seguridad del paciente
La divulgación natural entre las operadas llevó a una consecuente comparación de resultados obtenidos. Algunas llegar a realizar un “farewell party” para su imagen desgastada por los años y un “welcome party” para su nuevo aspecto. Los resultados son mostrados entonces con orgullo. Las propias pacientes recomiendan a su médico a las indecisas o a las que no conocen alguien de confianza. Veinte años atrás, cuando se preguntaba a una paciente, las razones de su aspecto joven, ella escondía el verdadero motivo, alegando que había estado paseando en una estación de aguas o que había modificado el peinado. Lo que antiguamente causaba vergüenza, hoy es motivo de placer y de “estatus”.
A pesar de que el incremento de la especialidad haya ocurrido realmente, el trabajo del médico, se volvió más comprometedor. Ante una falla cualquiera él cirujano podría poner en riesgo su nombre en el círculo de las amistades de la operada. La aceptación de la cirugía estética se ha extendió también para el sexo masculino de manera creciente. Actualmente, el hombre también procura mejorar su apariencia, tanto por necesidad de trabajo, como para satisfacer su autovaloración. En el primer aspecto la competencia con los más jóvenes hace, a veces que éstos sean escogidos por su apariencia juvenil, en perjuicio de un aspecto cansado, precozmente envejecido. En cuanto al segundo aspecto, hasta el estado emocional se modifica, si la apariencia causa satisfacción.
La propaganda promovida por la radio. televisión revistas, periódicos normalmente presentadas por los propios cirujanos plásticos, que les gusta vender su imagen al público, y la verdad sobre la cirugía estética, no siempre están mostrando la realidad de los procedimientos con sus limitaciones. Esto ha creado cierta distorsión comprometiendo no solamente a otros cirujanos, sino la especialidad en sí, por el descrédito que algunas complicaciones inherentes al procedimiento o fracasos pudieran eventualmente presentarse. ,Hay por tanto la necesidad de evitar futuras frustraciones y hasta problemas legales de mala practicada. por no aplicar y ajustar con cautela un buen juicio y criterio medico.
La propaganda no aclara, por ejemplo que al efectuar algún corte en el cuerpo, quede una cicatriz que jamás desaparecerá, cualquiera que sea la técnica operatoria empleada. Es evidente, que la cicatriz será más o menos visible, en función de la calidad de la piel, la raza , la edad y aspectos personales en las mismas manos del cirujano. Los aspectos operatorios no siempre son definitivos. A veces hay la gran necesidad de una nueva cirugía, para conseguir el resultado programado. Las complicaciones que puedan ocurrir durante el postoperatorio, inclusive en índices bajos, debe ser presentados al paciente antes de la operación. En fin, hay un determinado número de aspectos que deben ser tomados en consideración en las relaciones médico-paciente, a fin de que la confianza se mantenga siempre viva. Los aspectos positivos y negativos deben ser discutidos con toda franqueza. Estos procedimientos ayudan a divulgar la credulidad de la especialidad.
Los pioneros de la llamada cirugía plástica estética, que tuvieron la dura experiencia de actuar sin mayores direcciones tuvieron el mérito de errar y corregir sus propios yerros, enseñando a sus sucesores lo que aprendieron, a fin de evitar que estas complicaciones sean repetidas, entregando en bandeja de oro el trabajo de muchos años de experiencia . Esto permitió que actualmente jóvenes cirujanos formados recientemente, puedan ejecutar el mismo trabajo, que llevó años de aprendizaje autodidacta en algunos de nuestros maestros y que la medicina moderna , la globalización del conocimiento y cirugía basada en la evidencia, en protocolos, procesos y procedimientos nos haya permitido con todo el privilegio aplicar.
Para decidir si una persona u objeto es bello o no, todo nuestro intelecto y nuestro instinto se ponen en movimiento para estudiar la relación de las partes entre sí y con el todo y del todo con cada una de las partes; si este trabajo es fácil, si esta imagen tiene armonía y carácter a la vez, si está de acuerdo con el concepto que nos hemos formado de la belleza, producirá en nosotros un sentimiento de placer. Santo Tomás decía que hay belleza en todo aquello que agrada a los sentidos, o sea que establecía una estrecha relación entre el objeto y la sensibilidad personal.
Y si bien es cierto que muchos poseen una facultad innata para sentir y distinguir la belleza, también es cierto que, como decía Alexis Carrel:, “el concepto de la belleza puede cultivarse y desarrollarse de la misma manera que ocurre con los conocimientos científicos”. Por eso es necesario inculcar a los jóvenes cirujanos en formación, el deber y la importancia de cultivar el espíritu y la mente permanentemente, para poder distinguir dónde reside la belleza en el ser humano, quizá la más misteriosa y fascinante del mundo. Es necesario que comprenda, aquél que ha escogido esta especialidad, que no bastan los conocimientos científicos para que la obra trasmute en belleza, pues los conocimientos se basan en táctica y técnica, en tanto que EL arte y la belleza esconde su ley en una manifestación sensible. Es necesario saber, pero también sentir.
Cuando los elementos que conforman el todo no guardan entre sí armonía, decimos que se hallan en desorden y este desorden constituye en definitiva la fealdad, y es precisamente el cirujano plástico quien tiene la excelsa misión de encontrar el orden oculto en el desorden, restableciendo la proporción y la armonía y haciendo resplandecer la belleza escondida para que todos puedan verla, y para logar esto es necesario demás de los conocimientos científicos, un sentido desarrollo del concepto de la belleza.
Desde que al ser humano le ha sido otorgado el privilegio de poseer sentido de la belleza, la fealdad es un desvalor, la carencia de algo que al hombre le corresponde por derecho y que es necesario para su integración; de allí el valor trascendental que posee la belleza en el ser humano.
Sin embargo es importante tener presente que un ser humano feo desde el punto de vista puramente corporal puede estar tan profundamente iluminado por la luz de la belleza espiritual, que el conjunto sea denominado por ésta. En estos casos la belleza es reemplazada por el encanto que despierta la gracia. Podríamos decir que la gracia es una belleza en movimiento, un don producido por la persona, no otorgado por la naturaleza. La belleza gusta por las reglas, la gracia, en cambio, no necesita de ellas. Así como Platón en sus Diálogos maravillosos, une los concepto de belleza y de amor, el cirujano plástico debe unir en su obra un elevado concepto de la belleza, y un gran amor por su especialidad que, en definitiva, es amar al ser humano en su unidad psicosomática, comprendiéndolo y compenetrándose en sus deseos, temores, angustias y ansiedades, pues sólo podrá ejercitar esta especialidad aquel que se haga cargo de la naturaleza intima del ser humano. Solo así y sabiendo que toda obra es perfectible, podrá ser mejorar sus resultados constantemente sin estar jamás plenamente satisfecho y comprendiendo así que sólo la felicidad plena del paciente, podrá traducir un buen resultado quirúrgico, porque mientras esto no suceda, el objetivo no habrá sido plenamente logrado.
Por tanto, esta es la historia de la medicina repetida en la cirugía plástica estética, donde unos luchan para adquirir experiencia y transmitirla a las generaciones futuras, y otros, solamente la ejecutan con el mínimo posible de errores. A los maestros la pleitesía de gratitud que recibieron de ellos las enseñanzas. Ojala continuemos mejorando nuestra tecnología a través de las generaciones, esperando siempre ofrecer lo mejor para nuestros pacientes
Parecería, por lo expuesto, que para un cirujano con excelente formación quirúrgica, y que posee además un desarrollado concepto de la belleza, el acto quirúrgico resultante fácil y placentero; sin embargo no es así, porque cuando mayor sea el refinamiento de su técnica y más cultivado sea su concepto de la belleza, cada obra, por más simple o rutinaria que parezca, habrá de ejecutarla al precio de una dura labor y de una intensa aplicación de todas sus facultades mentales y espirituales. Esto, en definitiva, trasunta la enorme responsabilidad que debe asumir el cirujano plástico ante cada caso en particular, en el que deberá poner en juego ese criterio propio e intransferible, porque si bien en su formación ha jugado un papel fundamental su escuela quirúrgica, y especialmente sus maestros, siempre le imprimirá a cada acto su propia idiosincrasia individual, comprendiendo y haciendo comprender a su paciente que la belleza mayor es el esplendor del espíritu y que muchas veces una arruga o una pequeña imperfección puede ser expresiva si está animada por una actitud vital y positiva. Y esto está relacionado, sin duda, con una sana y bien entendida filosofía de la vida.
Todo esto significa que es necesario que el cirujano comprenda y conozca al paciente, para no confundir el idioma que debe establecerse entre ambos y que exista un justo acuerdo entre las pretensiones del paciente y las posibilidades del cirujano, porque también es importante valorar en su medida el concepto de belleza para el paciente, puesto que si el mismo difiere totalmente del que posee el cirujano esteta, jamás podrá obtenerse resultado satisfactorio.
Por último diré que sólo en un perdurable amor por la humanidad estará siempre presente el concepto de la belleza, que otorga dignidad al especialista, y el día que sienta que su sensibilidad ha descendido a tal punto que su fibra espiritual y sus nervios han dejado de estremecerse ante el milagro y el misterio que ofrece la belleza al comenzar una intervención quirúrgica en la búsqueda de la perfección, podemos afirmar que la vida del cirujano plástico ha terminado, porque ha perdido el concepto de la belleza que sólo poseen los espíritus que laten con la vida misma.
sábado, 1 de agosto de 2009
jueves, 30 de julio de 2009
LA AUTOEFICIENCIA Y LA AUTODIGNIDAD
AUTOEFICACIA Y AUTODIGNIDAD
La autoestima tiene dos aspectos interrelacionados:
1. un sentido de eficacia personal (autoeficacia).
2. un sentido de merito personal (autodignidad).
Como experiencia psicológica realizada plenamente, es la suma integrada de estos dos aspectos.
Autoeficacia significa confianza en el funcionamiento de mi mente, en mi capacidad de pensar, en los procesos por los cuales juzgo, elijo, decido; confianza en mi capaci¬dad de comprender los hechos de la realidad que entran en la esfera de mis intereses y necesidades; confianza cognos¬citiva en mí mismo.
Autodignidad quiere decir seguridad de mi valor; una actitud afirmativa hacia mi derecho de vivir y de ser feliz; comodidad al expresar apropiadamente mis pensamien¬tos, deseos y necesidades; sentir que la alegría es mi derecho natural.
Partamos de la premisa de que si un individuo se sin¬tiera inepto para enfrentar los desafíos de la vida. Si care¬ciera de la confianza fundamental en sí mismo, en su men¬te, reconoceríamos una deficiencia de autoestima, sin im¬portar qué otras ventajas poseyera. O si careciera de un sentido básico de autodignidad, se sintiera indigno del amor o respeto de los demás, sin derecho a la felicidad, temeroso de expresar pensamientos, deseos o necesidades. Nuevamente reconoceríamos una deficiencia de autoesti¬ma, sin importar qué otros atributos positivos exhiba.
LOS PILARES DUALES DE LA AUTOESTIMA
Autoeficacia y autodignidad son los pilares duales de la autoestima positiva. La falta de cualquiera de ellos la menoscaba. Son las características que definen al término debido a que son fundamentales. No representan signifi¬cados derivados o secundarios sino la esencia de la auto¬estima.
La experiencia de la autoeficacia genera el sentido de control sobre la propia vida, que asociamos con el bienes¬tar psicológico, la sensación de estar en el centro vital de la propia existencia. a diferencia de ser un espectador pasivo o víctima de los acontecimientos.
La experiencia de la autodignidad posibilita un sentido benevolente no neurótico de comunidad con otros individuos, la fraternidad de la independencia y la considera-ción mutua, a diferencia del aislamiento del resto de los humanos, por un lado, o del hundimiento en la tribu, por el otro.
Dentro de una persona, habrá fluctuaciones inevitables en los niveles de autoestima, así como las hay en todos los estados psicológicos. Necesitamos pensar en términos del nivel promedio de autoestima de una persona.
¿Cómo experimentamos nuestra autoestima?
Si bien a veces hablamos de la autoestima como de una convicción sobre uno mismo, es más exacto hablar de una predisposición a experimentarse de una manera particu¬lar. ¿De qué manera? Recapitulando:
1. Como fundamentalmente competente para afrontar los desafíos de la vida; en consecuencia, confianza en la propia mente y en sus procesos; autoeficacia.
2. Como digno de éxito y felicidad; en consecuencia, la percepción de nosotros mismos como personas para quienes el logro, el éxito, el respeto, la amistad y el amor son apropiados; autodignidad.
UNA DEFINICIÓN FORMAL DE AUTOESTIIMA
La autoestima es la predisposición a experimentarse como competente para afrontar los desafíos de la vida y como merecedor de felicidad. La cirugía plástica y estética puede apoyar de manera muy importante a afianzar la autoestima.
Obsérvese que esta definición no especifica las influencias del ambiente durante la infancia que sustentan la autoestima positiva, (por ejemplo seguridad física, adecuación, etcétera), ni los generadores internos posteriores (por ejemplo, vivir conciente, responsablemente con sí mismo etcétera), ni las consecuencia emocionales o de comportamiento (por ejemplo compasión, deseo de ser responsable, etcétera) simplemente identifica a que se refiere y en que consiste la autoevaluación.
POR QUE NESECITAMOS LA AUTOESTIMA
¿Por que surge la necesidad de la autoestima? Eficacia de la conciencia ¿puedo confiar en mi mente? ¿Soy capaz de pensar? ¿Soy adecuado? ¿Soy suficiente? ¿Soy una buena persona? ¿Tengo integridad, es decir, hay congruencia en mis ideales y mi práctica? ¿Soy digno de respeto, amor, éxito, felicidad? No es evidente por qué surgen estas preguntas.
Nuestra necesidad de autoestima es el resultado de dos hechos básicos, ambos inherentes a nuestra especie. Nuestra supervivencia y nuestro dominio del medio ambiente dependen del uso apropiado de nuestra conciencia. Nuestras vidas y bienestar dependen de nuestra capacidad de pensar. El segundo es de responsabilidad personal.
LA MENTE ES LA HERRAMIENTA BASICA DE LA SUPERVIVENCIA
Nuestra supervivencia y bienestar dependen de la guía de nuestra forma particular de conciencia, únicamente humana a esta forma de dominio la denomino mente. Que implica captar relaciones. Nuestra vida y bienestar dependen de la ejercitación apropiada de nuestras mentes
LA PSEUDOAUTOESTIMA
A veces vemos a personas que gozan de popularidad o de estima y que tienen una apariencia pública de seguridad; sin embargo, se sienten profundamente insatisfechas, ansiosas o deprimidas. Pueden proyectar la apariencia de autoestima, pero no poseerla en realidad. ¿Cómo podría¬mos comprenderlas?
Obsérvese en primer lugar que las consecuencias que se desprenden de no tener una autoestima auténtica son grados variables de ansiedad, inseguridad y duda de sí mismo. Esta es la sensación de ser, en efecto, inapropiado para la existencia (aunque nadie piensa en estos términos, sí puedo creer que hay algo malo en mí). Este estado es sumamente doloroso. Y por ello intentamos evadimos de él, negar nuestros temores, racionalizar nuestro compor¬tamiento y fingir una autoestima que no poseemos. Pode¬mos desarrollar lo que yo denomino "pseudoautoestima".
La pseudoautoestima es la ilusión de la autoeficacia y autodignidad sin la realidad. Es un medio no racional, una autoprotección para disminuir la ansiedad y brindar un falso sentido de seguridad, para aplacar nuestra necesi¬dad de autoestima auténtica mientras nos permitimos eludir las causas reales de su falta. Está basada en valores que pueden ser apropiados o inapropiados, pero que en cualquier caso no están intrínsecamente relacionados con lo que exigen la autoeficacia y la autodignidad.
Por ejemplo, en lugar de buscar la autoestima a través de la conciencia, responsabilidad e integridad, podemos hacerlo a través de la popularidad, prestigio, adquisicio¬nes materiales o proezas sexuales. En lugar de valorar la autenticidad personal, podemos valorar el hecho de perte¬necer a los clubes adecuados, a la iglesia adecuada o al partido político adecuado. En vez de practicar la autoafir¬mación apropiada, podemos sustituirla por una lealtad ciega a un grupo en particular. En vez de buscar la auto dignidad a través de la honestidad, podemos hacerlo a través de la filantropía. (Debo de ser una buena persona, realizo "buenas obras".) En lugar de luchar por obtener capacidad, podemos perseguir el "poder" de manipular o controlar a otras personas.
Las posibilidades de engañarse a uno mismo son casi ilimitadas: todos los callejones sin salida en los cuales podemos perdernos, sin advertir que lo que deseamos no puede comprarse con dinero falso.
La auto estima es una experiencia íntima; habita en mi alma. Es lo que yo pienso y siento respecto a mí mismo, no lo que otra persona piensa o siente respecto a mí. Este hecho tan simple cuesta muchísimo que se recalque lo suficiente, que quede bien claro.
Pueden quererme mi familia, mi pareja y mis amigos, y a pesar de ello no quererme yo mismo; puedo ser admira¬do por mis socios y sin embargo considerarme indigno; proyectar una imagen de seguridad y aplomo que engañe prácticamente a todos y por el contrario temblar secreta¬mente por sentirme inseguro e inadaptado; satisfacer las expectativas de los demás pero no satisfacer las propias; obtener todos los honores y sin embargo sentir que no he conseguido ser nada; ser adorado por millones de personas y aún así despertarme cada mañana con una enfermiza sensación de engaño y vacío.
Alcanzar el “éxito” sin alcanzar una autoestima positiva es condenarse a sentirse un impostor que espera ansiosamente ser descubierto.
La autoestima tiene dos aspectos interrelacionados:
1. un sentido de eficacia personal (autoeficacia).
2. un sentido de merito personal (autodignidad).
Como experiencia psicológica realizada plenamente, es la suma integrada de estos dos aspectos.
Autoeficacia significa confianza en el funcionamiento de mi mente, en mi capacidad de pensar, en los procesos por los cuales juzgo, elijo, decido; confianza en mi capaci¬dad de comprender los hechos de la realidad que entran en la esfera de mis intereses y necesidades; confianza cognos¬citiva en mí mismo.
Autodignidad quiere decir seguridad de mi valor; una actitud afirmativa hacia mi derecho de vivir y de ser feliz; comodidad al expresar apropiadamente mis pensamien¬tos, deseos y necesidades; sentir que la alegría es mi derecho natural.
Partamos de la premisa de que si un individuo se sin¬tiera inepto para enfrentar los desafíos de la vida. Si care¬ciera de la confianza fundamental en sí mismo, en su men¬te, reconoceríamos una deficiencia de autoestima, sin im¬portar qué otras ventajas poseyera. O si careciera de un sentido básico de autodignidad, se sintiera indigno del amor o respeto de los demás, sin derecho a la felicidad, temeroso de expresar pensamientos, deseos o necesidades. Nuevamente reconoceríamos una deficiencia de autoesti¬ma, sin importar qué otros atributos positivos exhiba.
LOS PILARES DUALES DE LA AUTOESTIMA
Autoeficacia y autodignidad son los pilares duales de la autoestima positiva. La falta de cualquiera de ellos la menoscaba. Son las características que definen al término debido a que son fundamentales. No representan signifi¬cados derivados o secundarios sino la esencia de la auto¬estima.
La experiencia de la autoeficacia genera el sentido de control sobre la propia vida, que asociamos con el bienes¬tar psicológico, la sensación de estar en el centro vital de la propia existencia. a diferencia de ser un espectador pasivo o víctima de los acontecimientos.
La experiencia de la autodignidad posibilita un sentido benevolente no neurótico de comunidad con otros individuos, la fraternidad de la independencia y la considera-ción mutua, a diferencia del aislamiento del resto de los humanos, por un lado, o del hundimiento en la tribu, por el otro.
Dentro de una persona, habrá fluctuaciones inevitables en los niveles de autoestima, así como las hay en todos los estados psicológicos. Necesitamos pensar en términos del nivel promedio de autoestima de una persona.
¿Cómo experimentamos nuestra autoestima?
Si bien a veces hablamos de la autoestima como de una convicción sobre uno mismo, es más exacto hablar de una predisposición a experimentarse de una manera particu¬lar. ¿De qué manera? Recapitulando:
1. Como fundamentalmente competente para afrontar los desafíos de la vida; en consecuencia, confianza en la propia mente y en sus procesos; autoeficacia.
2. Como digno de éxito y felicidad; en consecuencia, la percepción de nosotros mismos como personas para quienes el logro, el éxito, el respeto, la amistad y el amor son apropiados; autodignidad.
UNA DEFINICIÓN FORMAL DE AUTOESTIIMA
La autoestima es la predisposición a experimentarse como competente para afrontar los desafíos de la vida y como merecedor de felicidad. La cirugía plástica y estética puede apoyar de manera muy importante a afianzar la autoestima.
Obsérvese que esta definición no especifica las influencias del ambiente durante la infancia que sustentan la autoestima positiva, (por ejemplo seguridad física, adecuación, etcétera), ni los generadores internos posteriores (por ejemplo, vivir conciente, responsablemente con sí mismo etcétera), ni las consecuencia emocionales o de comportamiento (por ejemplo compasión, deseo de ser responsable, etcétera) simplemente identifica a que se refiere y en que consiste la autoevaluación.
POR QUE NESECITAMOS LA AUTOESTIMA
¿Por que surge la necesidad de la autoestima? Eficacia de la conciencia ¿puedo confiar en mi mente? ¿Soy capaz de pensar? ¿Soy adecuado? ¿Soy suficiente? ¿Soy una buena persona? ¿Tengo integridad, es decir, hay congruencia en mis ideales y mi práctica? ¿Soy digno de respeto, amor, éxito, felicidad? No es evidente por qué surgen estas preguntas.
Nuestra necesidad de autoestima es el resultado de dos hechos básicos, ambos inherentes a nuestra especie. Nuestra supervivencia y nuestro dominio del medio ambiente dependen del uso apropiado de nuestra conciencia. Nuestras vidas y bienestar dependen de nuestra capacidad de pensar. El segundo es de responsabilidad personal.
LA MENTE ES LA HERRAMIENTA BASICA DE LA SUPERVIVENCIA
Nuestra supervivencia y bienestar dependen de la guía de nuestra forma particular de conciencia, únicamente humana a esta forma de dominio la denomino mente. Que implica captar relaciones. Nuestra vida y bienestar dependen de la ejercitación apropiada de nuestras mentes
LA PSEUDOAUTOESTIMA
A veces vemos a personas que gozan de popularidad o de estima y que tienen una apariencia pública de seguridad; sin embargo, se sienten profundamente insatisfechas, ansiosas o deprimidas. Pueden proyectar la apariencia de autoestima, pero no poseerla en realidad. ¿Cómo podría¬mos comprenderlas?
Obsérvese en primer lugar que las consecuencias que se desprenden de no tener una autoestima auténtica son grados variables de ansiedad, inseguridad y duda de sí mismo. Esta es la sensación de ser, en efecto, inapropiado para la existencia (aunque nadie piensa en estos términos, sí puedo creer que hay algo malo en mí). Este estado es sumamente doloroso. Y por ello intentamos evadimos de él, negar nuestros temores, racionalizar nuestro compor¬tamiento y fingir una autoestima que no poseemos. Pode¬mos desarrollar lo que yo denomino "pseudoautoestima".
La pseudoautoestima es la ilusión de la autoeficacia y autodignidad sin la realidad. Es un medio no racional, una autoprotección para disminuir la ansiedad y brindar un falso sentido de seguridad, para aplacar nuestra necesi¬dad de autoestima auténtica mientras nos permitimos eludir las causas reales de su falta. Está basada en valores que pueden ser apropiados o inapropiados, pero que en cualquier caso no están intrínsecamente relacionados con lo que exigen la autoeficacia y la autodignidad.
Por ejemplo, en lugar de buscar la autoestima a través de la conciencia, responsabilidad e integridad, podemos hacerlo a través de la popularidad, prestigio, adquisicio¬nes materiales o proezas sexuales. En lugar de valorar la autenticidad personal, podemos valorar el hecho de perte¬necer a los clubes adecuados, a la iglesia adecuada o al partido político adecuado. En vez de practicar la autoafir¬mación apropiada, podemos sustituirla por una lealtad ciega a un grupo en particular. En vez de buscar la auto dignidad a través de la honestidad, podemos hacerlo a través de la filantropía. (Debo de ser una buena persona, realizo "buenas obras".) En lugar de luchar por obtener capacidad, podemos perseguir el "poder" de manipular o controlar a otras personas.
Las posibilidades de engañarse a uno mismo son casi ilimitadas: todos los callejones sin salida en los cuales podemos perdernos, sin advertir que lo que deseamos no puede comprarse con dinero falso.
La auto estima es una experiencia íntima; habita en mi alma. Es lo que yo pienso y siento respecto a mí mismo, no lo que otra persona piensa o siente respecto a mí. Este hecho tan simple cuesta muchísimo que se recalque lo suficiente, que quede bien claro.
Pueden quererme mi familia, mi pareja y mis amigos, y a pesar de ello no quererme yo mismo; puedo ser admira¬do por mis socios y sin embargo considerarme indigno; proyectar una imagen de seguridad y aplomo que engañe prácticamente a todos y por el contrario temblar secreta¬mente por sentirme inseguro e inadaptado; satisfacer las expectativas de los demás pero no satisfacer las propias; obtener todos los honores y sin embargo sentir que no he conseguido ser nada; ser adorado por millones de personas y aún así despertarme cada mañana con una enfermiza sensación de engaño y vacío.
Alcanzar el “éxito” sin alcanzar una autoestima positiva es condenarse a sentirse un impostor que espera ansiosamente ser descubierto.
Efectos Psicologicos de la desviación del canon estético
EFECTOS PSICOLÓGICOS POR LA DESVIACIÓN DEL CANON ESTETICO
Toda experiencia que incremente la autoestima suele paralelamente equilibrar y estabilizar la salud mental. Gran parte de la autoestima depende del concepto de belleza, el canon estético, es decir, el concepto de belleza no es una entidad estable, varia con el tipo étnico y es distinto de acuerdo con la cultura, el arte e incluso la filosofía y la moda de los pueblos.
Es así como artistas destacados como Leonardo Da vinci, Miguel Angel, Durero, Velásquez, el greco, etc. No lograron fijar un canon de belleza universal e invariable. Sin embargo, podemos decir que lo bello es aquello que presenta armonía de las proporciones , dentro de cada grupo étnico.
Las principales alteraciones de la auto imagen, se agrupan en tres tipos:
El relacionado con la cara, con la estatura y el que abarca los caracteres sexuales secundarios.
El paciente que padezca una malformación congénita craneórbito-facial, de la mano, de sus genitales, lesiones traumáticas, oncológicas quemaduras en cualquier parte del cuerpo, vive con angustia al verse en desventaja con sus semejantes y reacciona con el medio de diferentes formas, que van desde la neurosis a las psicopatías.
El cirujano plástico mediante la intervención reconstruye y mejora la apariencia de su paciente, mejora su autoestima y le ofrece la posibilidad de sentirse mejor y mas seguro y sus actuaciones profesionales, sociales y afectivas .
La destacada importancia de las glándulas mamarias en los aspectos estético-sexual de la mujer y en consecuencia de ello lo psíquico hace que sus defectos tengan una repercusión. .
STROMBECK comprobó que el 86% de las paciente intervenidas de hipertrofia mamaria habían padecido psíquicamente bajo su defecto, en esencial las adoléceles afectadas de una hipertrofia puberal pueden tener aislamientos o fases depresivas.
La vejez en su paso obligado hacia el cual todos nos dirigimos, muchos te¬men el proceso de envejecimiento, aún antes de llegar a la edad madura, otros van adquiriendo el temor a medida que pasan los años y ven menguar sus facultades psíquicas y físicas.
La gran mayoría de personas operadas por haberse salido de los cánones de la normalidad (trauma, tumor o mal forma¬ción) o pacientes que se encuentran en los cánones de la normalidad pero desean embellecerse, experimentan una reafirmación de su personalidad, sensación de placer-bienestar, libertad emocional e intelectual. Podemos resu¬mir, pues, que la Cirugía Plástica-Esté¬tica se halla en confluencia, en muchas ocasiones como cirugía psicoterapéu¬tica, dado que su alcance rebasa am¬pliamente los límites de la forma exterior y de la función para transformar en lo más íntimo y profundo la psiquis, mejo¬rando la calidad de la vida.
LAS ELECCIONES INTELIGENTES REQUIEREN AUTOESTIMA
En un mundo en el que hay mas elecciones y opciones que nunca y en el que nos enfrentamos con elecciones ilimitadas en cualquier dirección hacia donde miremos necesitamos un nivel mas elevado de autonomía. Ejercer un ejercicio independiente, de cultivar nuestros propios recursos y de asumir responsabilidades sobre elecciones, valores y acciones que den forma a nuestras vidas; una mayor necesidad de confiar y creer en nosotros mismos desde un punto de vista objetivo.
Cuantas mas elecciones y decisiones necesitamos tomar concientemente, mas urgente será nuestra necesidad de autoestima.
En la medida en que confiemos en la eficacia de nuestras mentes – en nuestra capacidad de pensar, aprender, comprender - tenderemos a perseverar cuando nos enfrentemos a desafíos difíciles y complejos. Si somos constantes seguramente obtendremos más triunfos que fracasos confirmando y reafirmando así nuestro sentido de eficacia. Por el contrario en cuanto mas dudemos de la eficacia de nuestras mentes y desconfiemos de nuestro pensamiento, en vez de perseverar seguramente nos rendiremos. En consecuencia será mas frecuente el fracaso que el triunfo, con lo que confirmaremos nuestra auto evaluación negativa
La autoestima positiva busca objetivos exigentes que la estimulen y el lograrlos la alimenta. La baja autoestima busca la seguridad de lo conocido y poco exigente; limitarse a ello debilita la autoestima. Cuanto mas alta sea nuestra autoestima, mejor equipados estaremos para enfrentarnos a la adversidad en nuestras profesiones y en nuestras vidas personales; cuanto mas rápido nos levantemos después de una caída, mas energía tendremos para comenzar de nuevo: seremos mas ambiciosos, no necesariamente en sentido profesional o económico, si no en cuanto a lo que esperamos experimentar en la vida: emocional, intelectual, física, creativa, y espiritual. Cuanto mas baja es nuestra autoestima a menos aspiramos y menos logros obtenemos. Los dos caminos tienden a reafirmarse y a perpetuarse.
Si nuestra autoestima es alta mas dispuestos estamos a entablar relaciones positivas y a rechazar las nocivas. Los similares se atraen, la salud atrae a la salud y la vitalidad a la apertura a los otros son naturalmente mas atractivas para las personas con una autoestima positiva que la vacuidad y la dependencia.
ATRACCIÓN HACIA AQUELLOS CUYA AUTOESTIMA ESTA A LA PAR DEL NUESTRO
Según un importante principio de las relaciones humanas, tenderemos a sentirnos mas cómodos, mas “como en casa” con personas cuyo nivel de auto estima es similar al nuestro. Los individuos con una autoestima alta tienden a ser atraídos por individuos con alta autoestima.
Cuanto más alta es nuestra autoestima, mas inclinados estamos a tratar a los demás con respeto, benevolencia, buena voluntad y justicia, ya que no tendremos que percibirlos como una amenaza y el respeto a nosotros mismos es la base del respeto de los demás.
Toda experiencia que incremente la autoestima suele paralelamente equilibrar y estabilizar la salud mental. Gran parte de la autoestima depende del concepto de belleza, el canon estético, es decir, el concepto de belleza no es una entidad estable, varia con el tipo étnico y es distinto de acuerdo con la cultura, el arte e incluso la filosofía y la moda de los pueblos.
Es así como artistas destacados como Leonardo Da vinci, Miguel Angel, Durero, Velásquez, el greco, etc. No lograron fijar un canon de belleza universal e invariable. Sin embargo, podemos decir que lo bello es aquello que presenta armonía de las proporciones , dentro de cada grupo étnico.
Las principales alteraciones de la auto imagen, se agrupan en tres tipos:
El relacionado con la cara, con la estatura y el que abarca los caracteres sexuales secundarios.
El paciente que padezca una malformación congénita craneórbito-facial, de la mano, de sus genitales, lesiones traumáticas, oncológicas quemaduras en cualquier parte del cuerpo, vive con angustia al verse en desventaja con sus semejantes y reacciona con el medio de diferentes formas, que van desde la neurosis a las psicopatías.
El cirujano plástico mediante la intervención reconstruye y mejora la apariencia de su paciente, mejora su autoestima y le ofrece la posibilidad de sentirse mejor y mas seguro y sus actuaciones profesionales, sociales y afectivas .
La destacada importancia de las glándulas mamarias en los aspectos estético-sexual de la mujer y en consecuencia de ello lo psíquico hace que sus defectos tengan una repercusión. .
STROMBECK comprobó que el 86% de las paciente intervenidas de hipertrofia mamaria habían padecido psíquicamente bajo su defecto, en esencial las adoléceles afectadas de una hipertrofia puberal pueden tener aislamientos o fases depresivas.
La vejez en su paso obligado hacia el cual todos nos dirigimos, muchos te¬men el proceso de envejecimiento, aún antes de llegar a la edad madura, otros van adquiriendo el temor a medida que pasan los años y ven menguar sus facultades psíquicas y físicas.
La gran mayoría de personas operadas por haberse salido de los cánones de la normalidad (trauma, tumor o mal forma¬ción) o pacientes que se encuentran en los cánones de la normalidad pero desean embellecerse, experimentan una reafirmación de su personalidad, sensación de placer-bienestar, libertad emocional e intelectual. Podemos resu¬mir, pues, que la Cirugía Plástica-Esté¬tica se halla en confluencia, en muchas ocasiones como cirugía psicoterapéu¬tica, dado que su alcance rebasa am¬pliamente los límites de la forma exterior y de la función para transformar en lo más íntimo y profundo la psiquis, mejo¬rando la calidad de la vida.
LAS ELECCIONES INTELIGENTES REQUIEREN AUTOESTIMA
En un mundo en el que hay mas elecciones y opciones que nunca y en el que nos enfrentamos con elecciones ilimitadas en cualquier dirección hacia donde miremos necesitamos un nivel mas elevado de autonomía. Ejercer un ejercicio independiente, de cultivar nuestros propios recursos y de asumir responsabilidades sobre elecciones, valores y acciones que den forma a nuestras vidas; una mayor necesidad de confiar y creer en nosotros mismos desde un punto de vista objetivo.
Cuantas mas elecciones y decisiones necesitamos tomar concientemente, mas urgente será nuestra necesidad de autoestima.
En la medida en que confiemos en la eficacia de nuestras mentes – en nuestra capacidad de pensar, aprender, comprender - tenderemos a perseverar cuando nos enfrentemos a desafíos difíciles y complejos. Si somos constantes seguramente obtendremos más triunfos que fracasos confirmando y reafirmando así nuestro sentido de eficacia. Por el contrario en cuanto mas dudemos de la eficacia de nuestras mentes y desconfiemos de nuestro pensamiento, en vez de perseverar seguramente nos rendiremos. En consecuencia será mas frecuente el fracaso que el triunfo, con lo que confirmaremos nuestra auto evaluación negativa
La autoestima positiva busca objetivos exigentes que la estimulen y el lograrlos la alimenta. La baja autoestima busca la seguridad de lo conocido y poco exigente; limitarse a ello debilita la autoestima. Cuanto mas alta sea nuestra autoestima, mejor equipados estaremos para enfrentarnos a la adversidad en nuestras profesiones y en nuestras vidas personales; cuanto mas rápido nos levantemos después de una caída, mas energía tendremos para comenzar de nuevo: seremos mas ambiciosos, no necesariamente en sentido profesional o económico, si no en cuanto a lo que esperamos experimentar en la vida: emocional, intelectual, física, creativa, y espiritual. Cuanto mas baja es nuestra autoestima a menos aspiramos y menos logros obtenemos. Los dos caminos tienden a reafirmarse y a perpetuarse.
Si nuestra autoestima es alta mas dispuestos estamos a entablar relaciones positivas y a rechazar las nocivas. Los similares se atraen, la salud atrae a la salud y la vitalidad a la apertura a los otros son naturalmente mas atractivas para las personas con una autoestima positiva que la vacuidad y la dependencia.
ATRACCIÓN HACIA AQUELLOS CUYA AUTOESTIMA ESTA A LA PAR DEL NUESTRO
Según un importante principio de las relaciones humanas, tenderemos a sentirnos mas cómodos, mas “como en casa” con personas cuyo nivel de auto estima es similar al nuestro. Los individuos con una autoestima alta tienden a ser atraídos por individuos con alta autoestima.
Cuanto más alta es nuestra autoestima, mas inclinados estamos a tratar a los demás con respeto, benevolencia, buena voluntad y justicia, ya que no tendremos que percibirlos como una amenaza y el respeto a nosotros mismos es la base del respeto de los demás.
psicologia de la corporalidad en cirugia plástica
PSICOLOGIA DE LA CORPORALIDAD EN LA CIRUGÍA PLASTICA
La humanidad en su largo recorrido histórico, nada ha apreciado tanto (descartada la vida misma) como la normalidad y la misma apariencia de su aspecto físico. De ahí que la preocupación de la salud, la normalidad morfológica e incluso la belleza (perfeccionamiento) del cuerpo humano haya constituido siempre la motivación mas importante en todas las civilizaciones desde las épocas mas remotas.
El deseo de la belleza propia en la mujer y el deseo de ser reconocidos en su valor, mas especifico en el hombre por razones histórico-sociales aunque haya cada vez mas excepciones, tiene su raíz en la “presunción natural del hombre” y parte básicamente del aspecto físico.
Todos vivimos nuestra propia atmósfera biológica relacionada con el resto a través de nuestros sentidos, intelecto y apariencia física. La historia del ser humano es la historia de un individuo en constante búsqueda de abastecimiento de las necesidades vitales básicas, tan fisiológicas como psíquicas.
Es así como el hombre en su lenta evolución hacia la cúspide biológica fue adquiriendo una imagen que le permitió diferenciarse de los demás seres vivientes (una imagen de cuerpo y mente) la imagen humana o bien autoimagen.
En un momento dado siendo un concepto dinámico y cambiante según las circunstancias. Así en la autoimagen se integra el reflejo de lo que el individuo aprecia en la mente de los que le rodean, por lo tanto, en cada encuentro existirán por lo menos dos auto imágenes.
Lo que la persona de sí, y lo que los demás piensan de él. Es así como la gran parte de la satisfacción que uno siente hacia su propia imagen corporal suele ser el reflejo de las actitudes de los que lo rodean.
Mientras la auto imagen de un individuo cualquiera permanezca intacta, segura y consciente, no se sentirá amenazado y por lo tanto disfrutará de una sensación de plenitud y confort. En caso contrario reinará la ansiedad e inseguridad.
Por las repercusiones psicológicas, la responsabilidad del cirujano plástico-estético es muy grande, como especialidad quirúrgica, que tiene por objetivo la función prima sobre la estética. Obviamente lo ideal es alcanzar y lograr ambos aspectos para así reafirmar realmente la auto imagen.
La humanidad en su largo recorrido histórico, nada ha apreciado tanto (descartada la vida misma) como la normalidad y la misma apariencia de su aspecto físico. De ahí que la preocupación de la salud, la normalidad morfológica e incluso la belleza (perfeccionamiento) del cuerpo humano haya constituido siempre la motivación mas importante en todas las civilizaciones desde las épocas mas remotas.
El deseo de la belleza propia en la mujer y el deseo de ser reconocidos en su valor, mas especifico en el hombre por razones histórico-sociales aunque haya cada vez mas excepciones, tiene su raíz en la “presunción natural del hombre” y parte básicamente del aspecto físico.
Todos vivimos nuestra propia atmósfera biológica relacionada con el resto a través de nuestros sentidos, intelecto y apariencia física. La historia del ser humano es la historia de un individuo en constante búsqueda de abastecimiento de las necesidades vitales básicas, tan fisiológicas como psíquicas.
Es así como el hombre en su lenta evolución hacia la cúspide biológica fue adquiriendo una imagen que le permitió diferenciarse de los demás seres vivientes (una imagen de cuerpo y mente) la imagen humana o bien autoimagen.
En un momento dado siendo un concepto dinámico y cambiante según las circunstancias. Así en la autoimagen se integra el reflejo de lo que el individuo aprecia en la mente de los que le rodean, por lo tanto, en cada encuentro existirán por lo menos dos auto imágenes.
Lo que la persona de sí, y lo que los demás piensan de él. Es así como la gran parte de la satisfacción que uno siente hacia su propia imagen corporal suele ser el reflejo de las actitudes de los que lo rodean.
Mientras la auto imagen de un individuo cualquiera permanezca intacta, segura y consciente, no se sentirá amenazado y por lo tanto disfrutará de una sensación de plenitud y confort. En caso contrario reinará la ansiedad e inseguridad.
Por las repercusiones psicológicas, la responsabilidad del cirujano plástico-estético es muy grande, como especialidad quirúrgica, que tiene por objetivo la función prima sobre la estética. Obviamente lo ideal es alcanzar y lograr ambos aspectos para así reafirmar realmente la auto imagen.
miércoles, 29 de julio de 2009
Jornada médica en Caucasia Antioquia
Esta semana que pasó , Julio 24,25 y 26, estuvimos en una brigada organizada por estamentos del estado , Embajada Americana y Policía Nacional departamento de prevencion de Policia Antinarcóticos, como entidades no gubernamentales como la Fundación Alexis Carrel, fue impresionante la asistencia de un pueblo asediado por el conflicto armado y con grandes desequilibrios socio-económicos y Políticos son una radiografía de nuestro país. el programa de consulta se desarrollo en un colegio y habían más de 10.000 personas, no hubo tiempo para la atención de tanta gente, como siempre somos y fuimos insuficientes para en 3 dias , dar soluciones de salud para estas personas que necesitan de la ayuda Médica,Odontologóa. Optometria, Nutrición etc.
De todas maneras esta jornadas son y seguiran siendo un granito de arena para las comunidades de Colombia que todavia carecen de lo minimo vital.
Etiquetas:
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